Sobre feos, blogs y bibliotecas
En el minuto preciso, segundo tal vez ella hizo su magistral aparición: Scarlett O`Hora, flotando entre las hojas de la biblioteca, un poco furiosa porque no le permitían el acceso con libros a los catálogos. Cuando ya me había dicho, todos los lectores de biblioteca son feos. Al igual que los chicos que me contaron, se ofrecían de escudos humanos. Que conste que esto no lo pensé yo, lo pensó un tal super Ander. Él los vio y lo dijo. Yo lo refiero aquí. (¡Ander? – Sí, se llama Ander, Ander Izaguirre. Ander, no Under, ni Gunther: Ander con A. Él es un adelantado, pero en vez de navegar en galeones, anda en Vespa por España, y se nota que es un pibe cool e inteligente y todo eso) Acá les dejo su Twitter por si quieren seguirlo como yo.
Entonces se me vinieron a la mente todos esos
feos que se ofrecen en cuerpo al enemigo. Me espanté, entonces pensé: los que
sobrevivieron están acá. No hay duda, y todos están confabulados para estudiar,
dentro de sala de lectura de la sacrosanta Biblioteca Nacional. Obvio, que otro
consuelo más grande que la muerte del cerebro hinchado de ideas ajenas. Incluso
hay uno que se está durmiendo, y su cuello quebrado sobre apuntes viejos y
amarillos.
Pero cuando cargaba con los cuatro tomos de las
revistas literarias que se me ha dado por consumir sin parar, porque tengo
necesidad que mi cerebro muera hinchado de ideas ajenas, y no por lo feo de mi
cara, sino por lo complejo de mi psiquis, entró Scarlett. Claro, si yo la vi
por primera vez en mi casa, junto a la abuela.
Ahí cayó, en el minuto preciso, a romper la fragilidad de la regularidad. Entonces pensé, mierda, hay alguien realmente lindo, y no soy yo. Me fui.
Y a la belleza le faltan ojos para encontrarse.
(Que conste también, en la biblioteca de mi Universidad esto no sucede. Son TODOS LINDOS. TODOS.)
Conclusión:
eres feo = eres culto, ergo = ocúltate.
O, bueno hay otras opciones, no todo es tan
negro, puedes hacerte escudo humano, puedes tratar de erradicar la pobreza
desde tu celular, puedes enclaustrarte en las bibliotecas de la ciudad. En
definitiva, puedes vivir. Vivir. Puedes escribir un blog también, o muchos
blogs. Puedes leer blogs. Expándete. Tranquilo, existe la posibilidad de pasar
desapercibido.
La foto es de la Biblioteca de la Universidad de Montevideo.
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